5 formas de prevenir la sequedad ocular
La temida sequedad ocular, una afección tan común como molesta, que te ataca cuando menos te lo esperas. Incluso los ojos más sanos pueden secarse si tu cuerpo deja de producir suficientes lágrimas. Las lágrimas están compuestas por aceites grasos, mucosa y agua, y son las encargadas de que tus ojos estén perfectamente limpios e hidratados. En el momento en el que no se producen correctamente es cuando empiezan las molestias.
La sequedad ocular tiene diversas causas, como por ejemplo pasar mucho tiempo frente a pantallas o tener el aire acondicionado o la calefacción muy altos, pero los usuarios de lentes de contacto saben bien que éstas pueden acelerar el proceso. Esto ocurre porque la lentilla limita el paso de oxígeno, necesario para producir lágrimas naturales, hacia la córnea. Por suerte, hay soluciones. Sigue leyendo para descubrir consejos y remedios frente a los ojos secos.
Síntomas de la sequedad ocular
Si las lágrimas no están funcionando de forma correcta, puede que sufras algunos de los siguientes síntomas:
- Visión borrosa o fatiga ocular
- Sensación de picor, escozor o quemazón en los ojos
- Enrojecimiento
- Sensibilidad a la luz
- Ojos llorosos (tu cuerpo trata de compensar en exceso la sequedad)
- Sensación de que tienes un objeto extraño en el ojo
- Dificultad a la hora de llevar lentillas
Causas comunes de la sequedad ocular
Existen varios motivos por los que el cuerpo deja de producir una cantidad adecuada de lentillas, como por ejemplo:
- El envejecimiento natural, sobre todo la menopausia
- Patologías y enfermedades como la diabetes, el lupus y la falta de vitamina A
- Efectos secundarios de ciertos medicamentos, como anthistamínicos y anticongestivos
- Ambientes interiores (ventiladores, aire acondicionado, calefacción)
- Ambientes exteriores (viento, humo, polvo, aire seco)
- Llevar lentillas
- Fallo de la glándula lagrimal, enfermedades del ojo o consecuencias de la cirugía ocular
- El tabaco y el alcohol
- Falta de parpadeo debido a la conducción, lectura o pantallas digitales
Consejos para evitar la sequedad ocular
Come para los ojos
Y no con los ojos. Ya sabemos que una dieta saludable es esencial para tu cuerpo en general, pero también es muy importante para los ojos en particular. Por supuesto, es necesario beber mucha agua para que los ojos se mantengan hidratados, así como incorporar alimentos buenos para la salud ocular altos en ácidos grasos omega-3, que ayudan a producir más lágrimas.
Defiéndete de los ojos secos con dos raciones de pescado fresco a la semana (fuente importante de estos ácidos), como el salmón, las sardinas o el bonito. Picotear frutos secos y semillas también contribuirá a la causa, sobre todo las semillas de chía, calabaza y lino, así como cacahuetes, almendras y nueces. Puedes aumentar tu ingesta de antioxidantes con frutas y verduras: las naranjas, frutos del bosque y berenjenas son fantásticas para la hidratación de los ojos.
A salvo de los elementos
El ojo es uno de los órganos más sensibles del ojo, por lo que es muy importante tomar todas las precauciones para protegerlo de la irritación. Unas buenas gafas de sol homologadas combinadas con unas lentillas con filtro ultravioleta son la mejor opción para conseguir una protección excelente. Si después de un día de aventura aún sientes sequedad ocular, puedes rehidratarlos con lágrimas artificiales o quitarte las lentillas y probar con ejercicios para los ojos, aplicar una compresa tibia o incluso lavarlos con suavidad, eliminando cualquier posible irritante de las pestañas y los párpados.
Qué corran las lágrimas artificiales
No hay nada como el efecto inmediato y el alivio que proporcionan las lágrimas artificiales. Van de miedo para prevenir y tratar hasta los ojos más secos y asegurarte de que nada más se interpone en tu camino. Ten siempre a mano un bote de lágrimas artificiales en tu escritorio, bolso o en la mesilla de noche y deja que las gotas se encarguen del resto. Los usuarios de lentillas también pueden usarlas para refrescarlas y limpiarlas al instante (comprueba siempre cuáles son compatibles), proporcionándote la máxima comodidad a lo largo del día.
Limita el tiempo frente a pantallas
Hoy en día nuestra rutina suele implicar pasar muchas horas delante de pantallas, por lo que resulta difícil dar un descanso a los ojos. Los dispositivos digitales hacen que parpadeemos menos, dando lugar a la sequedad ocular y el famoso síndrome visual informático. Por eso es fundamental hacer pausas: para tomar un café, dar un paseo o simplemente tomar algo de aire.
En caso de duda, recuerda la regla del 20-20: cada 20 minutos aparta la vista 20 segundos de la pantalla y mira un objeto más lejano, a unos 6 metros de distancia. El mero hecho de colocar bien tu equipo al trabajar desde casa ya puede reducir la fatiga visual: la pantalla debe estar a la altura de los ojos, a 40 cm y con el brillo y tamaño de letra adecuados.
No te duermas con las lentillas puestas
No cabe duda de que las lentillas son un elemento esencial en nuestro día a día, pero recuerda que es muy beneficioso usar gafas al menos una vez por semana, para que así los ojos puedan respirar sin limitaciones. La otra oportunidad para que los ojos se rehidraten es al dormir, así que si te preguntabas si se puede dormir con lentillas, la respuesta es un no rotundo. Esto limita la cantidad de oxígeno e hidratación que recibirá el ojo, creando aún más sequedad y obligándote a usar aún más lágrimas artificiales la mañana siguiente. Existen ciertas lentillas de uso prolongado, fabricadas con hidrogel de silicona, que también se pueden llevar por la noche, pero sólo puedes darles ese uso si te lo ha recomendado un especialista.
Fuente: VisionDirect
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