El efecto submarino. Confinamiento y Miopía.
Desde que comenzó a afectarnos la pandemia del COVID-19 hemos cambiado nuestros hábitos de una forma radical. Ahora pasamos en interiores muchas más horas que antes realizando actividades preferentemente de visión cercana.
Este cambio de hábitos trae consecuencias negativas para nuestra salud y muy especialmente para nuestra salud visual.
No cabe ninguna duda de que el confinamiento está provocando muchos problemas de salud en la población general.
Se están atribuyendo al confinamiento una serie de síntomas físicos provocados por el confinamiento en sí y también por la situación anímica que conlleva:
- Ansiedad.
- Insomnio.
- Dolores de cabeza.
- Dolores musculares.
- Problemas visuales.
Y dentro de los problemas visuales destacan:
- Visión borrosa,
- Problemas de enfoque.
- Vista cansada.
- Sequedad ocular.
- Picor de ojos.
- Dolor de cabeza.
El efecto submarino
Existen estudios que demuestran que entre los tripulantes de un submarino, se produce una mayor incidencia de la miopía y aparecen tambien con mas frecuencia problemas de acomodo y la razón de que suceda todo esto, en espacios cerrados en los que están viendo siempre a distancias muy cercanas.
Dentro de nuestro ojo tenemos una lente que se llama cristalino que se encarga de enfocar a todas las distancias, variando su forma. El músculo ciliar tiene forma de anillo y está adherido al cristalino mediante unas fibras, cada una constituye el ligamento suspensorio del cristalino, que hacen que el cristalino varíe su forma, empujandolo, comprimiendolo o alargandolo.
El músculo ciliar enfoca y centra la visión del ojo, cambiando la forma del cristalino cuando los ojos se centran en algo.
El cuerpo ciliar cuenta con dos estructuras definidas y las cuales tienen una función importante en la visión del ojo. La primera es el músculo ciliar, este adapta la vista gracias a sus fibras circulares y longitudinales que interpretan las imágenes. Otros son los procesos ciliares, los cuales cuentan con unos capitales que segregan un líquido, más conocido como humor acuoso e incoloro, que se encuentra en la cámara anterior del ojo y que, nutre y oxigena todas las estructuras del globo ocular, donde no llega el torrente sanguíneo.
¿Para qué sirve el músculo ciliar?
Es el encargado de modificar la forma del cristalino con el objetivo de que haya un apropiado enfoque en la visión desde todas las distancias, ya sea cerca, lejos e intermedia.
Es indispensable comprender que conforme envejecemos, el cristalino pierde su elasticidad de forma natural y como consecuencia empieza a deteriorarse progresivamente la eficacia en su capacidad de acomodación y de adaptación. Esto implica que los ojos ya no serán capaces de enfocar con nitidez, sobre todo de cerca.
La primera complicación que se puede evidenciar con el tiempo es que, a partir de los 45 o 50 años, la gran mayoría de pacientes empiezan a sufrir de patologías visuales como puede ser presbicia o vista cansada, haciendo que resulte necesario el uso de gafas o cirugía láser para corrección. Por supuesto, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas y que puedan realizar actividades cotidianas como es escribir, leer, ver televisión y demás.
Prevención y tratamiento
Para evitar que se produzcan episodios de fatiga ocular y que se lleguen a manifestar los síntomas descritos, lo mejor que se puede hacer es evitar las situaciones que promueven su aparición. Algunas medidas que se pueden tomar al respecto son las siguientes:
- Utilizar luz indirecta cuando se esté realizando un esfuerzo visual prolongado.
- Mantener una distancia de al menos 50 cm respecto a la pantalla del ordenador u otros dispositivos similares.
- Cuando se estén utilizando pantallas o realizando esfuerzos visuales, descansar al menos cinco minutos cada media hora de trabajo realizado.
- Cuando se utilice un ordenador, hacer uso de gafas o lentillas especiales que filtran la luz azul, que es la más dañina para los ojos.
- Parpadear bastante y de forma consciente, ya que al trabajar con una pantalla, o realizar un esfuerzo visual, la concentración hace que el parpadeo normal descienda considerablemente. Aumentar su frecuencia ayudará a prevenir la aparición de la fatiga visual.
- Usar gafas de sol en exteriores o en zonas con abundante iluminación.
Por otro lado, una vez que empezamos a sentir los primeros síntomas de la fatiga visual, es importante que realicemos un descanso de manera inmediata de la actividad que estemos llevando a cabo. Además, estos síntomas se pueden tratar siguiendo las recomendaciones mencionadas a continuación:
- Mirar hacia objetos lejanos o que estén a bastante distancia, por ejemplo a través de una ventana.
- Realizar ejercicios que ayuden a mejorar los síntomas asociados al cansancio ocular. Por ejemplo, se pueden mover los ojos en círculos, de arriba abajo o de lado a lado de forma repetida mientras se parpadea. Esto ayuda a relajar la vista, y suele ser bastante efectivo en poco tiempo.
- Parpadear varias veces seguidas y cerrar los ojos durante unos segundos para facilitar su relajación.
- Utilizar lágrimas artificiales para mejorar la lubricación e hidratación natural de los ojos.
Gracias a estas medidas de prevención, así como a las descritas para mitigar las molestias de sus síntomas, se conseguirá evitar o reducir la incomodidad. En cualquier caso, si se notase que la fatiga visual es muy habitual y que no basta con aplicar estas recomendaciones, lo mejor que se podrá hacer es acudir al oftalmólogo para que lleve a cabo una evaluación del paciente y, si fuera necesario, prescribir un tratamiento personalizado y adaptado a cada circunstancia.
Fuente: CUIDA TU VISTA
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