Científicos identifican indicador temprano de glaucoma
Un estudio reciente revela que ciertos cambios en los vasos sanguíneos de la retina del ojo pueden ser una advertencia temprana de que una persona tenga mayor riesgo de glaucoma.
De acuerdo a información publicada en la revista de la Academia Americana de Oftalmología, mediante la utilización de fotos de diagnóstico y otros datos de Australian Blue Mountains Eye Study, los investigadores demostraron que los pacientes que tenían arterias retinianas anormalmente estrechas al inicio del estudio fueron también los que tuvieron más probabilidades de tener glaucoma al final de los 10 años.
De ser confirmado mediante una futura investigación, este hallazgo podría dar a los oftalmólogos una nueva forma de identificar y tratar a las personas más vulnerables a la pérdida de la visión como consecuencia del glaucoma. El estudio fue publicado en línea recientemente en Ophthalmology, la revista de la Academia Americana de Oftalmología.
El glaucoma de ángulo abierto (GAA), la forma más común de la enfermedad, afecta a cerca de tres millones de personas en los Estados Unidos y 60 millones en todo el mundo. La pérdida de visión se produce cuando el glaucoma daña el nervio óptico, la parte del ojo que transmite imágenes de la retina al cerebro.
Desafortunadamente, debido a que el glaucoma no presenta síntomas, muchas personas no saben que tienen la enfermedad hasta que han perdido una buena parte de su vista. La detección temprana es fundamental para tratar el glaucoma a tiempo y conservar la visión.
Los resultados del nuevo estudio, llevado a cabo por el Dr. Paul Mitchell, PhD, del Centro de Investigación de la Visión de la Universidad de Sydney, apoya el concepto de que el estrechamiento anormal de los vasos sanguíneos de la retina es un factor importante en las primeras etapas del GAA.
El seguimiento de cerca de 2.500 participantes en el estudio permitió encontrar que el riesgo del GAA al cabo de 10 años era cuatro veces mayor en los pacientes cuyas arterias retinianas habían sido más estrechas cuando comenzó el estudio, en comparación con los que habían tenido las arterias más anchas.
Ninguno de los participantes había sido diagnosticado con GAA al inicio del estudio. En comparación con el grupo de estudio en su conjunto, los pacientes que fueron diagnosticados con GAA al cabo de 10 años eran de mayor edad, tenían una presión arterial más alta o la presión intraocular más alta al inicio del estudio, y era más probable que fueran mujeres.
Los pacientes con GAA suelen tener presión intraocular elevada, o presión dentro del ojo. Los resultados del estudio se ajustaron por edad, historia familiar de glaucoma, tabaquismo, diabetes, hipertensión y otros factores relevantes.
“Nuestros resultados sugieren que una herramienta de imagen computarizada diseñada para detectar el estrechamiento del calibre o diámetro de la arteria retiniana, podría identificar efectivamente a los que corren mayor riesgo de tener glaucoma de ángulo abierto”, dijo el Dr. Mitchell.
“Esta herramienta también tendría que tener en cuenta la presión arterial y otros factores que pueden contribuir a cambios en los vasos sanguíneos. La detección temprana permitiría a los oftalmólogos tratar a los pacientes antes de que se dañe el nervio óptico y nos daría más posibilidades de proteger su visión”, acotó.
Una enfermedad ocular asintomática, como el glaucoma, destaca la importancia de los exámenes regulares de los ojos. La Academia Americana de Oftalmología recomienda que todas las personas hagan un examen completo de los ojos con un oftalmólogo a los 40 años y posteriormente sigan el calendario de exámenes de seguimiento que les aconseje su médico.
Este mes de enero durante el Mes de Concientización sobre el Glaucoma, la Academia anima a la gente a informarse más acerca de esta enfermedad conocida como “el ladrón furtivo de la vista.”
Las personas que tienen antecedentes familiares de glaucoma, o los afroamericanos o hispanos, pueden correr mayor riesgo. Fuente: elmundo.com.ve
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