Claves en el diagnóstico audiológico
Estudiar y comparar la función auditiva mediante conducción aérea y conducción ósea es la clave en el diagnóstico audiológico.
¿Qué es conducción aérea y conducción ósea?
La audición la estudiamos por dos vías: la vía aérea y la vía ósea.
La audición por vía aérea se logra después de que el sonido alcance el oído por conducción aérea. La audición por vía ósea se establece cuando el impulso sonoro alcanza el oído por conducción ósea.
Conducción Aérea CA: El estímulo sonoro llega al oído del paciente a través del conducto auditivo externo. En la vida diaria los sonidos que escuchamos alcanzan el oído a través de esta vía. Este es el caso del sonido que se origina en un altavoz colocado a cierta distancia del oído que deseamos explorar. También utilizamos la vía aérea cuando colocamos un auricular sujeto sobre la oreja del paciente, de forma que el sonido emitido por el auricular penetre sin dificultad a través del conducto auditivo externo. Otra forma sencilla de estudiar la conducción aérea es la emisión de un sonido originado en un diapasón vibrante colocado frente a la entrada del conducto auditivo externo. En cualquiera de los tres supuestos, el sonido presentado por vía aérea debe propagarse a través del oído medio y alcanzar al fin el oído interno donde se produce la transducción del estímulo sonoro en impulso bioeléctrico.
Conducción Ósea CO: Su exploración requiere contar con una fuente sonora especial, capaz de vibrar con la frecuencia del sonido que emite. El vibrador se aplica firmemente sobre la superficie craneal exterior del sujeto que se desea explorar. Generalmente dicha aplicación se realiza sobre la superficie mastoidea situada detrás de la oreja; éste es un lugar idóneo para colocarlo ya que está cerca del oído que se pretende examinar y carece de pelo que impida una correcta aplicación del vibrador sobre la piel que cubre la mastoides ósea. Además los planos subcutáneos y musculares en la mastoides son muy delgados y permiten una buena proximidad entre vibrador y cráneo.
En la conducción ósea, cuando el sonido alcanza el cráneo, se transmite a través de un medio físico sólido, el hueso, hasta la cóclea del sujeto examinado, en el oído interno, donde se produce la transducción.
Un simple diapasón puede servir como vibrador sónico, aplicando su tallo sobre la superficie mastoidea. El sonido se transmite sobre por el hueso temporal hasta alcanzar la cóclea, sin que el oído externo y el medio influyan decisívamente en la conducción ósea.
El valor diagnóstico del estudio de la vía ósea
La vía ósea tiene fundamentalmente un valor diagnóstico en audiometría. La posibilidad de estudiar, y comparar, la función auditiva mediante CA y CO es clave en el diagnóstico audiológico:
- Mediante la conducción ósea estamos estudiando el estado del órgano sensorial periférico, alojado en la cóclea, y las estructuras neurales asociadas. Es el estudio selectivo del aparato neurosensorial del oído.
- Mediante la conducción aérea estamos analizando, además de estas estructuras neurosensoriales, el mecanismo de captación y transmisión del oído, alojados en oído externo y oído medio, respectivamente.
- De este modo, y comparando las respuestas obtenidas mediante conducción aérea y conducción ósea, podemos conocer el estado funcional del oído externo y medio por un lado, y el estado del aparato neurosensorial auditivo por otro. Ahí está precisamente el gran mérito de la audiometría tonal liminar que la hace insustituible en el diagnóstico topolesional.
Fuente: CENTRO AUDITIVO
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