Edad y Visión

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La presbicia o vista cansada afecta a toda la población a partir de los 45-50 años, y es progresiva hasta los 70 años aproximadamente.

La pérdida de agudeza visual es una de las causas más frecuentes de deterioro funcional en el adulto. La visión es el aspecto clave para una buena calidad de vida, especialmente en la madurez, de forma que una buena o mala salud visual repercute directamente en la calidad de vida.

Puede producirse una disminución de agudeza visual a cualquier edad, especialmente debido a problemas de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo), pero lo más frecuente es que la disminución de agudeza visual aparezca y aumente con la edad, como consecuencia la aparición de patologías que afectan a la visión.

1- Vista cansada o presbicia.La presbicia afecta al 100% de la población después de los 45-50 años. Se produce por la pérdida de elasticidad del cristalino, debido a un endurecimiento del mismo. La imposibilidad de enfocar objetos a distancias próximas (entre 35 cm. a 1 m.) nos obliga a alejarnos para leer, a entornar los ojos para enfocar y buscamos más luz para realizar trabajos habituales como la lectura, el uso del ordenador o tareas cotidianas como coser o comer. Esta pérdida de acomodación es progresiva hasta aproximadamente los 70 años.

No existen tratamientos preventivos para evitar o demorar la aparición de la presbicia. Ni los complejos vitamínicos ni los ejercicios visuales son eficaces. El método más eficaz y reconocido son las gafas, que habrá que actualizar periódicamente a los requerimientos de la edad. Existen otros procedimientos como las lentes de contacto para lejos y cerca que aportan un nivel de satisfacción limitado y son eficaces para personas sin un requerimiento visual importante.

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Actualmente la cirugía de la presbicia ofrece nuevas posibilidades, siendo el procedimiento más eficaz el basado en la implantación de lentes intraoculares multifocales. Pero precisa de una buena selección de los posibles pacientes.

2- Cataratas.La catarata se produce por la pérdida de trasparencia del cristalino. La causa más frecuente de su aparición es la edad. Afecta a más del 50% de los mayores de 65 años, pero puede manifestarse a cualquier edad y por distintas causas: congénitas, traumáticas, secundarias a enfermedades oculares o sistémicas (diabetes), consumo prolongado de algunos fármacos (corticoides).

El síntoma mas destacable es la aparición de visión borrosa, que aumenta de forma lenta y progresiva. Actualmente el único tratamiento eficaz es la cirugía y la técnica de elección es la facoemulsificación ultrasónica. Consiste en la fragmentación de la catarata a través de una incisión de unos 2.2 mm. y la posterior aspiración de los fragmentos del contenido opaco del cristalino dejando el saco trasparente que lo envuelve, para terminar con la colocación de una lente intraocular que sustituye al cristalino. El cirujano escoge el tipo y potencia de lente indicada para cada caso. Es una operación rápida e indolora, de bajo riesgo anestésico porque se realiza con anestesia tópica (gotas). La recuperación y rehabilitación son rápidas y las complicaciones muy escasas. Pero requiere disponer de la tecnología más avanzada y exige al cirujano una formación y experiencia quirúrgicas importantes.

El Femtofaco es la última novedad en la cirugía de la catarata. Utiliza el láser de femtosegundo y puede ser la técnica del futuro. En España se realizan unas 400.000 operaciones de cataratas al año.

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3- DMAE -Degeneración macular asociada a la edad.Es la primera causa de ceguera en los países desarrollados en mayores de 60 años. Se caracteriza por la degeneración y atrofia progresiva de la mácula (zona de la retina responsable de la visión central y de los colores). El principal síntoma es la aparición de una sombra oscura en el centro de la imagen, no produce dolor ni molestias, solo produce pérdida de visión. Hay dos tipos de DMAE.

a- Seca o atrófica. Es la más frecuente (85%) y la menos incapacitante. No hay tratamiento eficaz, se usan antioxidantes como tratamiento preventivo.

b- Húmeda o exudativa. Es la menos frecuente (15%) y la más incapacitante, ocasiona una importante y rápida pérdida de visión. Como tratamiento se emplean fármacos antiangiogénicos inyectados en la cavidad vítrea que pueden retrasar la pérdida de visión. Si bien en la mayoría de los casos se sigue deteriorando la visión

Los factores de riesgo son la edad, hipermetropía, antecedentes familiares, fumadores, exposición a la luz solar. Es más frecuente en la raza blanca que en la negra y más en mujeres que en los hombres.

Son medidas preventivas una dieta saludable con muchos vegetales de hoja verde y pescado, no fumar, controlar la presión sanguínea y el peso, y hacer ejercicio.

4- Glaucoma.Se produce por una degeneración del nervio óptico, en la mayoría de los casos, secundaria a un aumento de presión intraocular. Hay diferentes tipos de glaucoma, el más frecuente es el glaucoma crónico de ángulo abierto. El tratamiento inicial es médico (con colirios), si fracasa se recurre al tratamiento con láser y a la cirugía. Es la segunda causa de ceguera en los países occidentales. La edad y la herencia son los principales factores de riesgo.

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El diagnóstico y tratamiento precoces son vitales en su control y pronóstico

5- La retinopatía diabética.La retinopatía diabética es una complicación de la diabetes y una de las causas más frecuentes de ceguera en nuestro medio.

Se produce cuando la diabetes daña los pequeños vasos sanguíneos de la retina. Casi el 40% de los diabéticos tipo 2, de más de 40 años, tienen retinopatía diabética en algún grado.

La duración y control de la enfermedad son las variables más importantes en la progresión de la retinopatía diabética. Los regímenes alimenticios, el ejercicio y el manejo adecuado de la glucemia con hipoglucemiantes orales o insulina son los factores más importantes para la prevención de la retinopatía diabética.

El tratamiento recomendado es la fotocoagulación con láser.

Para hacer frente a estos riesgos es imprescindible cuidar nuestros ojos para preservarlos en las mejores condiciones durante toda la vida, para ello es necesario:

1.-Hacer revisiones oftalmológicas periódicas.

2.- Controlar enfermedades como diabetes, hipertensión e hipercolesterinemia.

3.- Adoptar hábitos saludables (seguir una dieta equilibrada, evitar el tabaco y el alcohol, y realizar ejercicio físico). Todo esto ayuda a evitar patologías o a retrasar su aparición y mejorar su evolución y pronóstico.

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